domingo, 11 de agosto de 2013

Grandioso domingo

Qué emoción invade mi cuerpito este domingo. Cómo te quiero grandiosa patria mía! Despertar en un domingo de sol, un mate compartido, un montón de comentarios que destacan la alegría de ir a votar. Porque lo que se vota no es un candidato, es un proyecto de nación. Estoy muy orgullosa de ser argentina, de tener tantos amigos, familiares, compañeros que dedican sus fuerzas a la lucha cotidiana por una nación justa, solidaria, que se destaca por las políticas de inclusión, que le da la voz a los sectores marginados, una nación que que se destaca por las políticas industriales, educativas, laborales; y que son políticas que se sostienen por algo mucho más profundo que es la forma de concebir al hombre y la sociedad. Una transformación que implica derrocar el individualismo neoliberal capitalista (modelo de lo más despreciable y triste) para pensar en una sociedad que se construya en el amor, el respeto por el otro, desde el diálogo, la creatividad, la lucha colectiva, la fuerza, la discusión. Una sociedad donde los jóvenes participan activamente de un proyecto de nación, donde creen, participan, se interrogan sobre el mundo que quieren y cómo lo construyen, un sociedad de la que nos sentimos parte. Qué orgullo esta Argentina mía!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Gracias a todos mis compañeros, compañeras por hacer esta gran patria popular!!!!!!!! Gracias Argentina por tu pasión, tu fuerza, tus colores, tus paisajes, tu gente... Cuánto me alegra vivir esta nación!!!
Gracias a todos los que ponen el cuerpo en los cargos públicos, que implican ese profundo desgaste y a todos los jóvenes y no tan jóvenes que militan todos los días por esta Argentina grandiosa.
No siento más que orgullo, fuerza, ganas, deseo, alegría, y ganas de seguir mejorando este gran país.

martes, 21 de mayo de 2013

Carta al lector


Un enigma, el enigma, mi enigma. Es el enigma un interrogante, una pregunta? Es mi enigma una pregunta? Es mi enigma el tuyo, lector? No, seguro que no. Seguro que mi enigma no es el tuyo, que tampoco es una pregunta y que mucho menos es uno sólo. Mi enigma no es uno, pero funciona como uno cuando toma esa gran fuerza que impulsa los interrogantes, esos que guían mi mirada en el mundo. El enigma es la sensación de desesperación encausada en una búsqueda. El enigma es la pasión, la pasión es enigma. Es así que el enigma se convierte en un profundo impulso, el impulso de un viaje.
VI – A – JES, sí, VIAJES! el avión que despega, la nariz marcada en la ventanilla de un colectivo, los pasillos de un tren, el libro abierto sobre el escritorio. Viajes.
 Y mi viaje por este mundo, que es, en parte, también el tuyo, puede resultar un indicio, un roce o una simple caricia en tu búsqueda, lector, y la tuya en la mía. Por eso es que deseo tanto leerte.
Este enigma es una fuerza que nos permite renovarnos en un retorno novedoso hacia la infancia, para retomar la mirada del niño en cada acto de la vida cotidiana.
En El impulso del enigma se escribe y se lee sobre aquellas pequeñas vidas, la tuya, la mía, la de un gran poeta del siglo XVIII o la del barrendero de la esquina que se enamoró de la kiosquera. Este blog va a hablar sobre la vida cordobesa y toda aquella otra vida que atrape mi atención (o la tuya) por algo en particular. Eso implica que se puede encontrar desde una crítica de La bella mentirosa o un cuento poco conocido, hasta un relato sobre un beso de dos viejos en la esquina de cañada y 27 de abril. El impulso del enigma es un blog para aquellos que disfruten de ver la cotidianeidad como un libro añejo que se quiere recorrer completo sin reglas precisas.
Y si se trata de amor? Si se trata de amor va a ser seguro un gran relato, uno de esos que uno quiere leer hasta el final y un poquito más.
Y se les da lugar a todos estos ámbitos porque elijo escribir sobre aquellas cosas que pueden cambiar el rumbo de un día, porque puede despertar muchas preguntas o ser simplemente una caricia. Y nada es tan valioso como una caricia en la siesta otoñal.
Hola lector, te saludo y te invito, a leer, a escribir, te invito a jugar lector, a jugar con las palabras y las ideas, jugar para crear, para mirar distinto, para reconstruir los recovecos, los aromas, las imágenes, el comienzo, la vuelta, el fin.
Para aquellos que consideran que descubrir un rincón extraño de un lugar común es, no un escape, sino una profunda conexión con el otro, para aquellos que eligen experimentar el mundo desde el impulso que produce el enigma, para aquellos, como vos lector, es que yo escribo.

jueves, 21 de marzo de 2013

Otoño


El otoño que aparece entre las cortinas. Te esperaba otoño, como quien espera el rezo de un enamorado por el encuentro. Un rincón, mi rincón. Un escritorio de madera clara, unas manos suaves que acarician las teclas, la espera, un beso, un amor entre las letras, un paisaje. Un amor. Deshecho. Nada puede ser más triste que un amor deshecho, se puede ver en las esquinas, en una mano olvidada, en la caricia quebrada, en el café solitario, en la página cuarenta del libro de cabecera, en la memoria de un padre.
No me dejes, otoño, sentir deshacerse el amor.
Como el rezo de un enamorado por el encuentro, es mi rezo, otoño, para que no me dejes olvidar la grandeza del amor. Del amor, hablo, del amor, vivo, otoño. Incipiente otoño que renace con aquella naturaleza de los ciclos, con esa naturaleza dejame sentir el paisaje y tu viento, el paseo y las esquinas alumbradas por el sol de la siesta, y, como palabra que nace del poeta, deja que renazca mi sonrisa. 

Conversaciones con un hermano menor (escrito de un tirón)

Estás rara.
Sí, enojada.
Por?
No sé muy bien, pero tiene que ver con Román, me está descuidando mucho y no me gusta.
Ah, a mí me pasa también
Ah, si?!
Si, en la escuela.
Cómo? Tenés una novia en la escuela?
No, la señorita. La seño Mariela. Me descuida. No me mira como si me cuidara, no me acaricia la cabeza cuando paso al lado, si no puedo abrir el alfajor, viene ella y lo abre, pero no lo hace con cariño. Y cuando llego a la salita del recreo ya no me mira con esa sonrisa de amor.
Por qué ponés esa cara?
Eh?!
No…es que…claro, tenés razón.
Claro…me descuida, pero yo ya se lo dije.
Ah si?!
Y claro…
Y qué te dijo?
Me miró, se dio vuelta y se fue llorando.
Qué?!?!?eso hizo?!?!?
Sí, no sé qué le pasó. Después la escuché hablando con la seño Melina y le decía algo de su novio y no sé qué. Pero yo no sé porqué lloraba, yo en realidad quería que se dé cuenta que tenía que prestarme más atención.
Y bueno…se ve que le pasaba algo más, por ahí…
Pero yo solo le pedía que me abrace. Pasa que a veces la gente grande no entiende las cosas.
Otra vez esa cara!!! ves que vos tampoco entendés las cosas! Sos como la seño Mariela! Me tengo que buscar una novia de mi edad, ella si me entendería…