jueves, 21 de marzo de 2013

Otoño


El otoño que aparece entre las cortinas. Te esperaba otoño, como quien espera el rezo de un enamorado por el encuentro. Un rincón, mi rincón. Un escritorio de madera clara, unas manos suaves que acarician las teclas, la espera, un beso, un amor entre las letras, un paisaje. Un amor. Deshecho. Nada puede ser más triste que un amor deshecho, se puede ver en las esquinas, en una mano olvidada, en la caricia quebrada, en el café solitario, en la página cuarenta del libro de cabecera, en la memoria de un padre.
No me dejes, otoño, sentir deshacerse el amor.
Como el rezo de un enamorado por el encuentro, es mi rezo, otoño, para que no me dejes olvidar la grandeza del amor. Del amor, hablo, del amor, vivo, otoño. Incipiente otoño que renace con aquella naturaleza de los ciclos, con esa naturaleza dejame sentir el paisaje y tu viento, el paseo y las esquinas alumbradas por el sol de la siesta, y, como palabra que nace del poeta, deja que renazca mi sonrisa. 

Conversaciones con un hermano menor (escrito de un tirón)

Estás rara.
Sí, enojada.
Por?
No sé muy bien, pero tiene que ver con Román, me está descuidando mucho y no me gusta.
Ah, a mí me pasa también
Ah, si?!
Si, en la escuela.
Cómo? Tenés una novia en la escuela?
No, la señorita. La seño Mariela. Me descuida. No me mira como si me cuidara, no me acaricia la cabeza cuando paso al lado, si no puedo abrir el alfajor, viene ella y lo abre, pero no lo hace con cariño. Y cuando llego a la salita del recreo ya no me mira con esa sonrisa de amor.
Por qué ponés esa cara?
Eh?!
No…es que…claro, tenés razón.
Claro…me descuida, pero yo ya se lo dije.
Ah si?!
Y claro…
Y qué te dijo?
Me miró, se dio vuelta y se fue llorando.
Qué?!?!?eso hizo?!?!?
Sí, no sé qué le pasó. Después la escuché hablando con la seño Melina y le decía algo de su novio y no sé qué. Pero yo no sé porqué lloraba, yo en realidad quería que se dé cuenta que tenía que prestarme más atención.
Y bueno…se ve que le pasaba algo más, por ahí…
Pero yo solo le pedía que me abrace. Pasa que a veces la gente grande no entiende las cosas.
Otra vez esa cara!!! ves que vos tampoco entendés las cosas! Sos como la seño Mariela! Me tengo que buscar una novia de mi edad, ella si me entendería…